miércoles, 31 de marzo de 2010

The drugs don't work.

Un día una niña no hizo caso a su madre.
Vio a un hombre trajeado en la puerta de su colegio, el colegio de "Las virgenes de pies descalzos", y cogió los caramelos que le dio, caramelos que, como su madre le había advertido miles de veces, contenían droga. Desde ese día, puta. Puta para el resto de su vida y de su muerte. Cayó en un abismo, la contrató una mafia. También trabajaba para un importante empresario chino en sus ratos libres, para ganar algo de dinero extra, aunque luego no lo declaraba. Estamos hablando de un tiempo en el que la prostitución es algo legal y normal en todos los lugares del mundo. El empresario chino, dueño de sus horas extra, era un tipo difícil. La primera vez q la vio dijo "lo siento, yo querer mujer mas glande, yo no pagar a ti", pero ella se lo supo ganar. Ya había pasado mucho tiempo desde aquellos caramelos y tenía bocas que alimentar.

2 comentarios:

seykozz dijo...

heyyyy!

yo creo que el chino en realidad queria un tio con un glandeeee enormeeeeeeeee jajaja


besossssssssssssss!!!

Sara V. H. dijo...

como puedes ser puta en muerte?? acaso hay burdeles para necrofilicos?